sábado, 30 de junio de 2018

IMAGEN Y PALABRA (Poema)

IMAGEN Y PALABRA

Es este mundo actual
ciego y absurdo,
y lleno de ruidos estridentes
pero sordo a las palabras,
semejante a un yonki,
alucinado y paranoico,
perdido
y preso por la imagen,
como si la palabra
no valiera nada,
nada de nada,
yo no lo creo,
porque si así fuera,
que sería de los ciegos…
de los pobres,
de quienes traspasan la noche
en un mundo de tinieblas,
que sería de aquellos
que con el tiempo,
ya no se reconocen,
porque han perdido ya
hasta su propia imagen,
porque,
a que engañarse,
cuántas mentiras,
cuántas falsas imágenes,
cuantos secretos guardados,
ocultos
detrás de un photoshop,
¿cuántos rostros arreglados?
Poco sería una imagen
si detrás solo hay una imagen,
no fue en la última de Spielberg
donde vi las imágenes más nítidas,
las más poderosas,
las más sagradas…
las más conmovedoras que yo vi,
les aseguro,
fue leyendo en los versos de La Ilíada,
unos versos que de inmediato
se convertían en imágenes,
imágenes
que no entraban por los ojos,
pero llegaban directas al corazón
a través de la palabra…

También en aquellos cuentos
que oí a los cabreros
a la lumbre de una hoguera,
en unas noches lejanas
allá por mi tierna infancia…
unas palabras
tan preñadas de imágenes
y tan repletas de encanto
que fueron cine y teatro,
fueron gran pantalla
y el escenario,
que me trajo hoy hasta aquí,
iluminando mi alma.
¡Que viva siempre la imagen
con su hermana la palabra!

Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.

jueves, 28 de junio de 2018

MIEDOS (Poema)






















MIEDOS


Una y otra vez
vuelven a nosotros
los miedos,
vuelven
como la niebla,
como los tigres,
como el viento,
como el frío,
vuelven
una y otra vez,
como fantasmas
que ladran
al borde de la lluvia,
como las ágiles gacelas,
que regresan al arroyo
en los días de calor...

Y pasan
hendiendo los sueños
fieros cascos de caballo,
y nosotros ahí
prestos a domarlo
saltamos a su lomo,
acudimos
a someter la fiera,
embridamos los miedos,
y,
con ellos bajo llave,
sonreímos al mañana,
un mañana siempre incierto,
porque aquello que temíamos
nunca volvió,
caímos en la cuenta,
que el peligro vino de otro sitio,
y nos sorprendió desnudos,
incautos,
ante este miedo que no esperábamos…


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