Gerónimo
Goyaalé
(“el que bosteza“)
Eras de la tribu de los Chiricahuas
perteneciente
a los
apaches del Oeste,
chamán, y guerrero a la
fuerza,
fuiste,
y, también, leal
y fiel amigo
del valiente Cochise.
A tus ochenta años,
en tu cara de piedra,
llevas, labrada
ahora,
a grandes rasgos,
la historia de tu pueblo…,
…Eras ágil y valiente
y, como un galgo,
recorrías la pradera…,
a los catorce,
capturaste a tu primer
caballo.
Pero el destino
alzó sus zarpas,
y se revolvió contra ti como
un Jaguar…
Las negras sombras de los
zopilotes
volaban alto,
sobre el campamento,
las viste,
cuando volvíais,
convocadas, al unísono,
sobre el poblado,
al pestilente
olor de la carroña,
Los mejicanos perpetraron la
masacre
y la muerte se llevó todas
las risas.
Gerónimo,
comenzaron a llamarte,
cuando la venganza
iba contigo,
te acompañaba,
te acompañaba,
sentada, en tu caballo
a todas partes,
y, el odio,
fue por mucho tiempo
tu fiel compañero,
también,
también,
el coyote,
qué, incesante,
te mordía las entrañas…
Al final,
“Los cuarenta acres del
infierno”
fueron,
solo, una bofetada más,
sobre el rostro de cobre del
indio…
toda tu lucha, no valió
para evitar el destierro,
ni la sumisión,
y el exterminio de tu pueblo,
ni a la idiotez tuya,
tampoco,
esa,
esa,
de acabar,
al fin,
haciendo el indio,
al fin,
haciendo el indio,
delante de los turistas,
por un puñado de sucias monedas…
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Un gran poema el que dedicaste en su día al célebre Gerónimo, el chiricahua al que conocimos a través del cine. Lo comparto con sumo gusto, querido Servilio. No me extiendo más al comentar por falta de tiempo. Besines y feliz noche :)
ResponderEliminarGracias, amiga, sí, el valiente guerrero que mantuvo en jaque al ejército yanqui más de una década.
EliminarUn fuerte abrazo!!!