¡No puedo respirar!
Que poco vale la vida de un hombre,
que poco vale,
si tiene la piel negra,
si negro es su destino,
¡la vida que poco vale!
¡No puedo respirar!
fue su grito de auxilio,
sus últimas palabras,
pero a su asesino le dio igual,
total: un negro, un negrata,
escoria de la calle,
y apretó aún más la rodilla en su
cuello,
solo es un negro, es nadie,
escoria de la calle y nada más.
Las calles se incendian
han asesinado a un hombre,
ha muerto George Floyd,
que poco vale la vida de un hombre,
que poco vale,
si tiene la piel negra,
si negro es su destino,
¡la vida que poco vale!
Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.
Servilio, has sabido plasmar perfectamente la triste realidad que nos insulta la razón y nos sigue abofeteando el corazón.
ResponderEliminarAlgunos desalmados siguen valorando a un ser humano por el color de su piel.
Qué injusticia tan grande!
Sole, muchas gracias por tus palabras, yo me pregunto: ¿La primera potencia del mundo, Estados Unidos, es una verdadera democracia? Por las cosas que pasan en ese país, la verdad es que a veces no lo parece...
ResponderEliminarBesos!!!