Ahora
Ahora, es todo tan
raro, tan extraño.
Aunque la vida siempre tuvo los días contados.
Siempre estuvimos en peligro,
Aunque la vida siempre tuvo los días contados.
Siempre estuvimos en peligro,
pues nunca volamos
con seguridad,
porque nos mentíamos,
nuestras alas no eran fuertes,
porque nos mentíamos,
nuestras alas no eran fuertes,
ni vigorosas
como las de un cóndor,
como las de un cóndor,
eran vistosas pero débiles,
brillantes
brillantes
como el más puro
celofán,
arrogantes
éramos,
incapaces de ver la realidad.
arrogantes
éramos,
incapaces de ver la realidad.
Hicimos mofa del
destino
con nuestra falsa seguridad,
atamos sin piedad,
las manos,
y sellamos las bocas de las parcas,
por eso mismo,
ahora,
nos parece todo,
tan raro, tan extraño,
el Covid 19 nos dejó ciegos,
la pandemia nos afectó de veras,
nos abrió los ojos,
como el sol
con nuestra falsa seguridad,
atamos sin piedad,
las manos,
y sellamos las bocas de las parcas,
por eso mismo,
ahora,
nos parece todo,
tan raro, tan extraño,
el Covid 19 nos dejó ciegos,
la pandemia nos afectó de veras,
nos abrió los ojos,
como el sol
cuando inunda
plenamente nuestras alcobas,
vimos la realidad,
y a la vista quedaron la cobardía y el silencio,
vimos la realidad,
y a la vista quedaron la cobardía y el silencio,
también
salieron a flote nuestras mentiras,
tan diáfanas y elocuentes
como la mar, como el cielo,
como un bando de palomas
o, como las verdes piedras,
las desnudas rocas,
que quedan al descubierto en la bajamar.
salieron a flote nuestras mentiras,
tan diáfanas y elocuentes
como la mar, como el cielo,
como un bando de palomas
o, como las verdes piedras,
las desnudas rocas,
que quedan al descubierto en la bajamar.
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