LUVINA
Sale el viento arrebujado
de las profundas barrancas,
viene envuelto
en un oscuro sarape,
en un oscuro sarape,
y haciendo sonar su lira,
camina por las calles
como un viejo derrengado,
avanzando viene,
despertando las alertas,
como un bulto indefinido
que se revuelve con ira
haciendo gemir las puertas…
El viento ese,
que surge entre los abrojos
viene con las compuertas abiertas,
va recorriendo la sierra,
y hace vibrar los matojos,
que se aferran
con sus tercas raíces,
cual sádicas garrapatas,
a la polvorienta tierra…
con sus tercas raíces,
cual sádicas garrapatas,
a la polvorienta tierra…
Pero, no esperes,
en Luvina,
Caminante,
hallar la paz cuando cesa el viento,
no te has de librar del tormento,
porque allí se oye,
como en ninguna parte,
la doliente soledad
y el palpitar del silencio.
A las paredes pegadas
cubiertas con sus rebozos,
camina silente, un coro
de mujeres enlutadas,
con sus cantaros de agua,
mientras suena
el aletear membranoso
de alas de murciélago…
Caminante
Luvina,
no es un pueblo al uso,
no es un pueblo al uso,
la iglesia no tiene techo,
ha entrado en el mayor desuso,
un cielo calinoso oculta a los
astros,
y una estela de silencio
echa a los hombres al olvido,
a los muertos
porque están muertos,
y también a los vivos,
que allí quedaron
al cuidado de los muertos…
Luvina es una tumba al sol,
una tumba
una tumba
cubierta por la amargura
disfrazada de silencio.Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.
Precioso poema que no te había leído, querido Servilio, inspirado por el cuento de Juan Rulfo. Has conseguido plasmar la esencia de su atmósfera. Lo comparto también con mucho gusto, querido amigo. Besos :)
ResponderEliminarGracias, Mayte, sí, Rulfo me inspira bastante, es uno de mis autores preferidos, me ha inspirado dos poemas: Luvina, y Comala, inspirado en la novela Pedro Páramo, además de un relato "una tarde en la biblioteca" también inspirado en esta última obra de Juan Rulfo...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga!!!