AQUILES
Para un gran héroe
como tú,
parece que no importa
la vida cotidiana,
un vaso de buen vino,
la luz de un
atardecer,
unos ojos, unos labios,
o unos senos de mujer…
En fin, el placer
de las pequeñas cosas,
que son las grandes…
Al fin y al cavo,
los griegos
cercaron Troya
por la Bella Elena,
una mujer,
y tú Aquiles
de “Los pies Ligeros”,
te llenaste de cólera,
y te negaste a
luchar,
cuando te privaron
de los brazos de Briseida,
pero volviste a la
lucha
cuando mataron a
Patroclo,
tu fiel amigo del
alma…
así,
que las grandes hazañas
de un héroe;
están plagadas,
todas,
de vino,
de atardeceres,
de cólera,
de amigos,
de odio,
de arrogancia,
de arrogancia,
y de mujeres…
Ahora sabemos,
Que,
yerran hasta los
dioses
y, lo cierto, es,
que hasta el más
bravo
o el más grande de
los héroes,
como el resto de
mortales,
tiene también,
como tú,
un frágil talón de
Aquiles
y, algunos, hasta corazón. Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.