La vejez, la soledad…
Ayer, al despertarme, me sentí viejo,
viejo, viejo, como la vieja pared
de un bancal abandonado,…
y triste y roto y yo que sé.
Y yo no entendía el mundo,
porque al mundo yo no lo veía;
pero el mundo ahí estaba, lo sé...
¿Fue mi ceguera,… pura melancolía?
¡No sé, no sé!¿ No sé que hay de verdad,
en esta aparente, loca y necia realidad,
y cuanto,… de sutil e inconsciente fantasía?
¡No, no, que no quiero sentirme viejo,
viejo como un aula abandonada,…vacía…
Viejo, en la más oscura y triste soledad!