EL POEMA
El
poema en ocasiones
es
como ese pariente pobre
al
que nunca sientan a la mesa,
es
ese ser al que miran de reojo,
y de
hurtadillas le sirven
un
plato de sopa en la cocina.
El
poema es el viejo cesto de mimbre
donde
cada día vas arrojando
trozos,
como basura,
que
se desprenden de tu alma…
por
eso el poema huele a sangre
y a
fruta podrida,
y
hace daño,
y
apuñala
y
mata
y
hace vivir…
no
obstante.
Siempre
que termino un poema,
luego de escupir estos desechos
me
digo: éste será el último,
¿a
qué escribir malos versos?,
¿para
qué exponer a nadie a esta tortura?,
¿para
qué inventar metáforas?
No
está bien,
¿para
qué acuchillar los ojos con palabras?
¿a
qué llenar de pájaros los campos de barbecho?
Si
por muchas golondrinas
que
dibuje una mirada
jamás se oirá pasar el ruido de sus alas…
a
pesar de todo,
hay un
tambor que suena sobre el viento,
y
llega hasta mi suave
música
de hojas…
Siempre
que termino un poema
me
digo: éste será el último,
¿a
qué escribir malos versos?
¿para
qué inventar metáforas?
¿para
qué exponer a nadie a esta tortura?,
siempre
me lo digo, a sabiendas
que esto me será difícil de cumplir…
pues
la palabra,
como
un felino,
dentro
de mi acecha.
Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.
Pues no te hagas esa pregunta, nunca, no nos prives de tus letras.
ResponderEliminarYa sé que no, pero por si acaso.
Un abrazo, querido Servilio.
Feliz finde.
Gracias, amiga Carmen, jeje hacerse preguntas es relativamente fácil lo difícil es encontrar la respuesta adecuada... y en cuánto a dejar de escribir, bien sabrás por propia experiencia, que esto es como una droga, así que mientras me divierta y me sirva de válvula de escape seguiré haciéndolo... jeje tendré que alimentar la fiera.
ResponderEliminarUn abrazo, querida Carmen.
Qué buenas metáforas, Servilio y qué bueno lo de la cesta de fruta...Claro que no, amigo, no puedes dejarlo y dejarnos sin este disfrute.Me ha encantado leerte. Un abrazo del otro lado del Atlántico.
ResponderEliminarGracias, amiga Balbina, un inmenso placer por las palabras que me dices... Otro gran abrazo desde este lado del Atlántico.
ResponderEliminarMuy buenas metáforas que nos carcomen con desgarradora calidez.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Sergio, y excelente también la tuya, porque al final venimos siendo eso, madera carcomida por todo aquello que nos afecta, a veces, como en este caso, en el buen sentido. Feliz tarde domingo, un abrazo.
ResponderEliminarClaro que acecha como un felino, y al que no le gusten las metáforas o le parezcan una tortura tus versos, que no los lea, que nadie le obliga, y que nos los deje para los que de verdad los disfrutamos. Me encantaron especialmente estos versos:
ResponderEliminar"hay un tambor que suena sobre el viento,
y llega hasta mi suave
música de hojas…".
Comparto con mucho gusto tus buenos versos, Servilio. Más besos y feliz semanita :)
Muchas gracias, querida amiga, jeje, sé que conoces bien a ese gatito por pura experiencia... si, también el poema refleja ese cansancio, que a veces uno como poeta experimenta en algún momento, aunque pasada esa flaqueza, el felino interior le impulsa a seguir...
ResponderEliminarFeliz noche, amiga, besos!!!