domingo, 11 de noviembre de 2018

PA GUAJARA (Poema)














PA GUAJARA


¡Pa Guajara, pa guajara!
¡Quiero llegar a Guajara!

En el manto de la tarde
se oyó esta voz que gritaba
brincando de cerro en cerro
reverberando en las aristas de la lava,
cuando ya en lo alto del peñasco
al Sol de Los Muertos
pocos rayos que le quedaban…

¡Pa Guajara, quiero llegar a Guajara!
De aquella voz que gritaba
algo oyeron los cabreros,
lo demás  se lo tragó la lava.

Los días como presos
unos a otros se encadenaron,
primero formaron meses,
y luego los meses se hicieron años,
después llegaría el olvido
y luego se enterraron hasta las maguas,
hasta una tarde, en que llegó Marcelo
con su manada de cabras,
para hacer noche en la Boca de Guajara.

Marcelo soltó mochila y manta
y para hacer fuego
se fue a juntar un manojo de retama.
Mientras buscaba la leña
unas botas asomaron
por debajo de una manta.

Marcelo llamó y llamó
por si el hombre despertaba…
Cuando Marcelo ya se cansó
de que la manta no hablara,
tiró de una punta de la manta
y salió una momia
con la cara muy barbada.
En una mano la momia
llevaba cuatro piedras de carbón
en un pañuelo bien atadas
y en la otra mano no llevaba nada…

Marcelo tapó la momia
lo mismo que la encontrara,
fue y encendió una hoguera
y se cubrió con la manta,
no sabemos, si aquella noche,
durmió o no durmió,
él cuando amaneció
en silencio
cogió el rumbo de sus cabras…

El hombre seco allí quedó
tranquilo bajo su manta,
el hombre que en su locura
años antes había venido gritando
al mismo borde de Las Cañadas:

¡Pa Guajara, pa Guajara!
¡Quiero llegar a Guajara!

¡Pobre hombre!
Su locura y su ignorancia
le llevaron a perderse por los montes,
y allí se lo comieron las lavas,
la soledad y la distancia…

¡Pobre loco!
Qué muerte más desgraciada,
se murió de sed por el camino,
sin poder si quiera probar el agua,
de Las Fuentes de Guajara.

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