sábado, 16 de abril de 2016

La alegre Jacaranda (Poema)
















La alegre Jacaranda

Brillan las jacarandas
en el cálido vientre
de la tarde,
leve es el aire,
y somnoliento el  paisaje
como un perro dormitando
a las cuatro de la tarde,
mientras tanto, la suma
del peso de los días
densa es,
densa y frágil,
como un barril de pólvora
a punto de estallar…

Ellas lo saben:
que mis piernas
ya cansadas
jamás me podrán llevar
a través del desierto…
¿acaso lo sabes tú?
No.
Así como,
que mis ojos tampoco
me llevarán hacia Alaska,
ni  avistarán las riveras
de la ciudad de Tombuctú…

Asistieron como tres sombras
Las parcas,
el mismo día en que nací.
Ese día,
ya lo habían decidido todo,
ni una sola coma falta ni sobra
sobre el pergamino de mi vida,
de mi piel, aún viva,
ahora plisada por las horas…

La última lectura de las parcas
no cambiará, no alterará
en nada,
ni una sola coma,
lo escrito por ellas
cuando decidieron el camino,
la ruta que habrían de tomar
los pasos de mi destino…

La piel de Zapa se consume
rápido, como una vela
soplada por el viento,
y mientras se acerca la noche
el aire puro de la tarde
que llega desde la otra banda,
hará caer  sobre el duro asfalto,
como copos de nieve,
los pétalos azules
de la alegre jacaranda.

Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.



3 comentarios:

  1. Poema precioso que transmite la alegría y el colorido de esas jacarandas. Muy bonito, Servilio. Más besos :-))

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  2. Muchas gracias, querida Mayte, si, aquí en Tenerife hay algunas calles plantadas de jacarandas y cuando florecen son una maravilla, también los flamboyanes, pero en este caso las flores son rojas y también son todo un espectáculo, aunque yo prefiero las jacarandas, me parecen mucho más delicadas...
    Un abrazo, amiga!!!

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  3. Maravilhosa natureza em forma de poema.

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