Naufragio del Islamar
(ocurrió 1984 en el banco pesquero
canario-sahariano)
Me sobrecoge
el alma
y me
parte el corazón,
tan
solo de hacer mención
de
aquel triste suceso,
que
se me hielan los huesos
y me
quedo sin aliento,
parezco
oír los lamentos
de
aquellos hombres de mar
que
salieron de Isla Cristina
y no
pudieron regresar.
Partieron con la mayor ilusión
en
busca de su jornal,
sin
pensar que con sus vidas
pagarían
aquel pan.
Veintiocho hombres subieron
en el
pesquero Islamar,
tan
solo dos volverían
a su
familia a, abrazar.
Entre África y Lanzarote
navegaba
el Islamar,
proa
al viento y entre olas
el
pesquero lucha con la mar.
El abismo abre sus fauces
con
los colmillos de espuma,
y el
barco en él se precipita
en
medio de densa bruma.
Llantos y gritos
en mitad del ancho mar,
lamentos,...
voces de auxilio
que se pierden en la mar.
¡Que
no! que no quiero recordar
lo
que en sueños veo yo,...
como
el Atlántico arrastra
a un
infortunado marinero,
aferrado,
a los
restos de un madero,
con
su mirada en el ancho cielo
y sus
huesos en la mar.
¡Que
no!, que no quiero recordar
como
el mar se tragó sus cuerpos,
con
que crueldad se los tragó
y no
los quiso entregar.
Hijos, padres y mujeres
no los pueden olvidar,
aunque una tumba no tengan
donde
sus flores llevar,...
pétalos
de rosa tiran
en
las aguas de la mar.
Es
que me sobrecoge el alma
y me
hiere el corazón,
ver,
como lloraba una madre
encima
del malecón.
Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.
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Muy hermoso y sentido poema esta tuyo dedicado a las victimas de ese naufragio y que aunque hayan pasado más de 30 años aún no logras olvidar. Seguro que si pudieran leerlo estarían muy orgullosos de tan bello homenaje como les rindes.
ResponderEliminarAprovecho a leerte y compartirte ahora que tengo un ratito, porque estos días ya sabes que entro por aquí a trancas y a barrancas.
Besos y muy feliz noche, querido Servilio.
Muchas gracias, querida Mayte, tienes razón, han pasado más de treinta años y no lo he podido olvidar, sin embargo el poema es lo escribí en aquel momento, cuándo aún estaba impactado por la emoción jeje, así, como ves, el poema ya es viejito tiene su tiempo... Si que es un homenaje a los hombres aquellos... tanto a los que murieron como a los dos supervivientes...
EliminarFeliz tarde y un gran abrazo, amiga mía!!!
Impresionante poema.
ResponderEliminarMe ha dejado sin aliento.
Como a tantos familiares y amigos.
Del luctuoso suceso...
Impresionante poema.
ResponderEliminarMe ha dejado sin aliento.
Como a tantos familiares y amigos.
Del luctuoso suceso...
Muchas gracias, por leerlo, amigo José Quevedo, te digo lo mismo que a Mayte, el poema lo escribí en aquel momento poco después de ocurrida la tragedia, cuando aún estaba sobrecogido por la emoción...
EliminarUn fuerte abrazo!!!
Conmovedor este poema, que a pesar del paso del tiempo lo llevas aún en esa mochila de la que hablábamos en mi blog, que por supuesto no tiene nada que ver con los pesos superfluos.
ResponderEliminarPero vamos a tu poema, es genial, me ha encantado, y es que los poetas lo doloroso lo hacer hermoso con los hilos de las letras, como es el caso. Mi felicitación, siempre por tu buen hacer. TQ, hermano.
Besosss!
Muchas gracias, querida Carmen, este caso a mi me impactó bastante y, te habrá pasado más de una vez, cuando que algo te conmueve no paras hasta dar rienda suelta a esa emoción... El poema lo escribí poco después de ocurrida esa gran tragedia, ya es viejito pero sigue igual de vivo que entonces...
ResponderEliminarYo también TQ, hermana. Un fuerte abrazo!!!
Es un gran poema, cargado de sentimiento. Lo comparto con placer.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Alfredo, de eso no hay duda, el poema está escrito desde el sentimiento y la emoción con qué vivimos aquí, desde Canarias, aquella terrible tragedia...
EliminarUn abrazo.