A los Pedreros
(cuadros de mi infancia)
Retorno a uno de aquellos atardeceres,
costa del Río del año sesenta y tantos,
donde, monótonos se oían, los cantares
de las escodas labrando los cantos blancos.
Torsos al sol, sudadas camisetas, alpargatas,
Manos callosas y calzones remendados.
Bebiendo fresca agua, en pila de tosca conservada,
los pedreros reponían los sudores derramados.
El sol de la tarde era ya un recuerdo y solo quedaba
contra el poniente apenas un resplandor rosáceo,
entonces, se olía a carbón y salía humo de la fragua,
y aquella con su hermosa lengua de fuego
como un dragón, sin piedad, lamía el acero,
que sobre el yunque, ya era blando y maleable.
Copyright © Servilio Casanova Pestano| Todos los derechos reservados.
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Precioso poema que homenajea el trabajo que desempeñó uno de mis abuelos, que fue herrero. Te ha quedado muy bonito este poema, querido Servilio. Comparto también, por supuesto. Más besos :-))
ResponderEliminarSi, ya lo sabía, lo de tú abuelo, que era herrero, una profesión casi mítica; en el poema hablo de los "pedreros" que llamamos aquí, a la gente que trabajaba la piedra artesanalmente, con herramientas a mano, hacían los cantos o bloques, para edificar las casas, por aquellos años 60,70 que yo era aún un niño, los recuerdo perfectamente, tengo aún el sonido de la escoda, (que era la herramienta principar para labrar y darles la forma y la medida adecuada a los cantos) en mis oídos..., pero, amiga, no te equivocas demasiado, porque también conocían el trabajo de herreros, pues casi a diario utilizaban la fragua, el martillo y en yunque, para mantener las herramientas bien afiladas... El olor al carbón al atardecer aún llega de vez en cuando hasta mi nariz y el eco de los golpes del martillo también viene hasta mis orejas a decirme... cuánto tiempo...
EliminarFeliz tarde, besines!!!
Un placer leer esa remembranza...
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana, Servilio.
Un abrazo.
Muchas gracias, amiga Carmen, son recuerdos de mi infancia, en mi pueblo había muchas canteras, donde los hombres, artesanalmente, fabricaban los "cantos blancos" de piedra de tosca para edificar las casas... Aún se siguen fabricando esos cantos, pero ahora con maquinaria moderna, sin tanto peligro ni tanto esfuerzo...
EliminarFeliz noche, un abrazo!!!