miércoles, 9 de marzo de 2016

Los cuatro jinetes (Poema)
















Los cuatro jinetes


Cuatro jinetes cabalgaban
al socaire del dinero,
y los caballos pisaban
la pobre gente del pueblo.

Los pobres no les importan
solo interesa el dinero,
la negra senda que andaban
les conducía al Infierno.

El ruido de los caballos
y el sonido del dinero,
apaga el rumor de voces
que se levantan al Cielo.

Galopan cuatro caballos,
cuatro corceles negros...
Dieciséis cascos de acero
pisotean los sembrados
y donde crecieron  trigos
ahora,... florecen cardos.

La perdiz y demás aves
que anidaban en los campos,
son ahora negros cuervos
que están infectando el aire.

Enorme curiosidad la mía,....
acercándome a un jinete
por ver que rostro tenía.

Me dicen que era la muerte,
aquello que yo veía,
pero aquel  rostro sin cara
que en la capa se escondía,
sin tener rostro de gente
miles de rostros tenía.

Un pintor inteligente
de bucólicos paisajes
un bosquecillo pintaba,
pero a cada pincelada
el lienzo se ennegrecía.
y cada árbol pintado
en tridente se volvía
y horrorosamente a su lado
una máscara salía.

En grandes nubes de humo
los bosques se convertían,
y no se quiso escuchar
lo que las gentes decían,...
entre el humo, el dolor
y el hambre,
mientras la tarde cae
¡cuatro jinetes cabalgan!

Los timples ya no se escuchan,
ya no suenan las guitarras,
ni una  palabra sale
de sus bocas desdentadas,
la tierra queda tan sola,
tan sola y abandonada,
mientras la Luna sale,
grande, redonda y plana
¡cuatro jinetes cabalgan!.


10 comentarios:

  1. Escribes bonito. Comparto estos bellos versos.
    Un abrazo

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  2. Muchas gracias Marybel, tus palabras me reconfortan, amiga.
    Un gran abrazo.

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  3. Un escrito apocaliptico intuyo y muy bien descrito. La muerte que consigue ocurecer hasta los campos y los pinceles se convierten en tridentes a su desbocado paso...

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  4. Si, no te equivocas, es una visión apocalíptica del mundo, el poema no es nuevo, lo debí de escribir allá por los años noventa, pero el mundo continua parecido... la guerra, el hambre, el cambio climático... en fin, que los jinetes no paran de cabalgar y nosotros cada día le ponemos cebada a los caballos. Jeje, esperemos que esto en el futuro se modere un poco, me temo lo peor...
    Gracias amiga, un fuerte abrazo!!!

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  5. Pues sí, son los 4 jinetes del Apocalípsis, y lo peor es que los tenemos aquí, no tenemos que esperar al día del Juicio Final, jeje. Gran poema de crítica social el tuyo, querido Servilio. Comparto con mucho gusto. Besos y feliz comienzo de semanita :-))

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  6. Gracias, amiga Mayte, sí, los tenemos aquí y a veces sin darnos cuenta también nosotros cabalgamos junto a ellos... participamos en el desastre... Este poema debe de tener más de quince años que lo escribí, pero las cosas siguen parecidas... Igualmente, feliz inicio de semana y un gran abrazo!!!

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  7. Apocalíptico. Muy hermoso.

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    1. Muchas gracias Gregoria, este es un viejo poema que escribí hace años pero en lugar de perder sentido, por desgracia, cada día cobra más actualidad, el mundo no mejora, la devastación se acelera cada día más... los ojos del dinero son terriblemente ciegos.... Un gran abrazo amiga!!!

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