A los Brigadistas Internacionales
Sus rostros arrugados no nos mienten.
Los recuerdos florecen en sus labios.
Las palabras retroceden muchos años.
El viejo sentimiento brota y se vuelve joven.
En honor y gesto a la más pura solidaridad,
todo lo dejaron para ofrecernos su vida.
Combatieron al fascismo sin tasa y sin medida
enarbolando con orgullo la bandera tricolor.
Hoy, os veo, ancianos venerables, viejos luchadores.
¡Cuánto os envidio, camaradas, que casta la vuestra!
Principios que perduran y abanderan vuestros valores.
Para ustedes, la libertad no tuvo color ni patria.
¡Gracias, camaradas, de internacionales brigadas!
Os debemos vuestro apoyo y la sangre derramada en la
batalla.
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