A PEDRO GARCÍA CABRERA
Los rostros de los
riscos
se fruncen como un
puño,
como unas sienes
cansadas
que recuerdan sobre
un dedal de miel
un sueño lejano de islas y de mares,
de silbos y de
pájaros,
de brumas misteriosas
que caminan,
que lamen la humedad
en las ingles de los
barrancos,
entre las azules
piteras
y entre las verdes palmas,
buscando el fantasma
perdido,
la alondra que canta
o,
el sueño ilusorio de
la esperanza.
Las espaldas de los hombres
se doblan hacia el
suelo
partidas de
injusticia
como las laderas de
las cumbres
que se derrumban, que
sucumben
con su sello de
siglos e intemperancias.
Pero tu voz aún
escribe
a la postre
sobre el mar,
en las olas que
habitaron
el cuenco de tu
pecho,
sobre líquenes,
sobre los terrones
agrietados
de los huertos,
y entre las verijas
de las piedras
grita verdades
infinitas,
palabras imbatibles
que se aúpan sobre el
viento.
Gran homenaje le rindes a ese gran poeta de tu tierra coetáneo de otros grandes de la Generación del 27. Me ha encantado, Servilio, comparto también.
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Mayte, jeje, Pedro García Cabrera, ese si que se merece la tal palabra de "poeta" y de los más grandes, no he leído a nadie nunca que diga tanto con la palabra...
ResponderEliminarFeliz noche, besines!!!
Encantador este poema Servilio Casanova Pestano, gracias por compartir a Pedro García Cabera. Me ha gustado aún en su tristeza a pensar en esas espaldas dobladas y partidas de injusticias.
ResponderEliminarQue pases una feliz jornada.
Un abrazo.
Muchas gracias, amiga Carmen, este poema es el modesto homenaje que le rindo al poeta Pedro García Cabrera, nacido en vallehermoso, isla de La gomera, una de las grandes figuras de la literatura canaria.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga!!!