El
Charco de Guasiegre
Quisiera
abrir mi corazón
y
exponerlo a la intemperie.
Esparciré
mis recuerdos
bajo
los rayos del Sol,
y
de ese tenue fulgor
surge
el Charco de Guasiegre.
Entre
El Río y la Cisnera ,
en
el fondo de un barranco
que allí, le llaman Guasiegre,
se formó de tal manera,
por el agua, en la roca cincelado,
un ancho y profundo charco.
Tengo
en la mente forjada
su
redonda geografía
desde
mi infancia lejana.
La
pupila verde y fría
de
su gran ojo invidente
desde
el pasado me llama.
Encendiendo
en mi, la llama...,
curiosidad,
intriga, misterio.
Como
una tumba olvidada
que
aguarda en el cementerio,
así
se esconde el secreto
bajo
su agua estancada.
Te
conservo en la memoria
apartado
del camino,
oscuro
y silencioso,
víctima,
de ciento una..., historia.
¡Sé
que no eres asesino!
¿Entonces...,
por qué resultas sospechoso?
“No
son más que habladurías
las
historias que se cuentan:
lo
del cofre, por un pirata arrojado,
lleno
de oro, plata, pedrerías...
y
de monedas a espuertas”
¿Y
tu, por qué sigues tan callado?
Sin
embargo, hay quién asegura,
que
por las noches... ¡tu hablas!
que
tu profunda voz se escucha
¡entre
el croar de las ranas!
Y
yo, ¡querido charco!
que
en todo creo y en nada,
solo
sé, que desde mi infancia,
¡aquella
infancia lejana!
mis
sueños alimentabas
disparando
fantasía.
Hoy,
sigo escuchando a tus ranas
volviendo
atrás en el tiempo...
y
me invade sin quererlo,
en
oleadas, la nostalgia...,
llegando
con su recuerdo, reflejos,
y
espumas..., de esa melancolía.
Seguro
estoy que tu alma
oculta
está, bajo tu agua dormida,
y
por siempre mantendrá
bajo
el agua tu secreto,
más,
seguro estoy que sabrías
desde
tu liquido ser
y
tu blando corazón de limo,
cuantos
pasos habrían de ser
¡los
pasos de mi destino!
Muy hermoso poema, querido Servilio, cuánto te ha inspirado y qué bien, ese profundo charco que metaforiza también el destino. Comparto con gusto, compañero, besos :-))
ResponderEliminarSi, mi amiga, mucho me inspirado el susodicho charco, siempre en la infancia de cada uno de nosotros, hubo algo que, pasando el tiempo nos llama, y nosotros acudimos para encontrarnos otra vez con ese niño... ese rapaz que ya casi habíamos olvidado...
ResponderEliminarFeliz noche Maite. Un abrazo amiga.
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ResponderEliminarEste poema es precioso Servilio y mágico, misterioso, en honor al charco Guasiegre, que por cierto donde está?...
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana.
Un abrazo.
Gracias, Carmen, jeje, el charco de Guasiegre está aquí en el sur de Tenerife, en el fondo de un barranco cerca del Río de Arico, el pequeño pueblo donde nací y me crié... el impresionante charco, desde niño, siempre fue para mi muy familiar a la vez que misterioso... El sonido tan profundo al tirar una piedra en medio de sus aguas y oírla hundirse por un espacio de tiempo que nos parecía interminable, alimentaba el misterio y la fantasía de aquél niño. El charco de Guasiegre también fue, fuente de inspiración para escribir mi largo relato de misterio y de aventuras "El charco de Guasiegre".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por la explicación Servilismo, entiendo que debe se bello ese charco de agua, y mucho más por los recuerdos que te evocan.
ResponderEliminarFeliz noche.
De nada, amiga, sí, sobre todo son los recuerdos los siempre magnifican todo, porque se juntan con los sentimientos y se produce el milagro...
ResponderEliminarBesos, querida Carmen!!!!